BOXEO - Y la canción sigue teniendo su mismo tono, ritmo y resultado ¡Money Mayweather!

La pelea “El Único” fue todo un éxito tanto de taquilla en vivo como en todas las demás maneras de venta al igual que todos los elementos que la identificaron como la mercancía con el logo del evento. La cuestión es de que Saúl Álvarez representaba una esperanza en los aficionados de todos colores cansados de las palabras arrogantes de Floyd Mayweather quien como siempre respaldo todo lo que prometió y ya sea idolatrado o detestado es el único pugilista que hace ver el difícil deporte del boxeo fácil. Pero antes de seguir con lo acontecido les pido a los que tienen acceso a las aplicaciones de los jueces que despidan de inmediato a la juez C. J. Ross que yo creo sabe de boxeo lo que yo sé de manejar aviones, ya que anotó a favor de Canelo 4 de los últimos 5 asaltos y esa es una de esas farsas que destruyen la integridad del deporte, cuando Floyd escucho decisión mayoritaria hizo una mueca de incredulidad, pero todo fue una alarma de caos, ganó el que debería ganar y no creo que haya quien diga que la pelea estuvo pareja, de ton a son, Money Floyd hizo otro de esos que llama Mayweather experiencia conectando 115 golpes mas, 95 jabs mas (11 de 27 por asalto), y 20 golpes de contundencia, pero para hacerla un poco de cardiaca aquí les cuento desde que empezó el zafarrancho en la arena MGM que estuvo echándolo porras a Canelo mientras que había muchas bullas para Floyd.



Pedro Fernández interpreto el Himno Nacional de México y la raza como se lo saben ya que en el terre lo cantábamos todos los lunes le ayudamos con el coro, lo finalizo con un ¡Viva México! Después entro el tapatío con “México Lindo y Querido en la voz de Chente y la gente cantándole encantados y el grito ensordecedor de ¡Canelo! Ponía chinita la piel.
Lil Wayne entro rapeando, enseñando cuadro mencionando “Money Team” y Justin Beaver con lentes oscuros subió al ring a la esquina de Floyd que masticaba su goma como es su costumbre.
Floyd no se anduvo por las ramas para implantar las reglas basadas en su rapidez de pies y manos y sin pedir permiso empezó con el pin pon en el rostro del colorado seguía con el respaldo de la mayoría de gente al grito unido de ¡Canelo! Y en el intermedio ya se presentía el caos con las notas de la canción: “Tragos de amargo licor, y son de pura tristeza y son de dolor”.

En el segundo asalto Floyd insistía con un jab que traspasaba la defensa inerte de su oponente en turno y la gente ¡México! Y Canelo entonces en carne propio supo que su rival si se hacía de humo, que no era un simple mito inventado por la propaganda y cuando el referí no lo veía le pegó a la malagueña a Mayweather mas allá de lo tolerante y si se le recrimino pero no quiso chocar guantes por su actitud que perdió por segundos los estribos quedando a merced del colmillo draculezco de Floyd que seguía disparando guantadas seleccionadas y luego:
“Guadalajara, Guadalajara, hueles a pura tierra mojada”.

Canelo supo a ciencia cierta que estaba en un aprieto sin precedentes y entro en el sexto moviéndose con elegancia y disparando con la idea de dar en el blanco, pero Floyd seguía haciendo un arte de su estrategia escapando con su privilegiada magia, pero antes que nada seguía haciendo de las suyas con su Voz de Mando:
“Quinientas balazos (guantadas), armas (jabs) automáticas, pecheras portaba (defensa) de cuerno (cuero) las ráfagas”.
Pero como la esperanza muere al último la gente seguía enajenada ¡Si Se Puede! Pero era solo una ilusión como espejismo de agua al sediento en el desierto. Canelo seguía sin encontrar rastros del rey libra por libra en el mundo que llego a invadir su reino superwelter acorralando al Canelo en una esquina y desalojándole una dosis con medida, y cabe recordar que si hizo sus clásicas maniobras de ponerle el rostro a Canelo que ni así lograba atinarle. Floyd se desplazaba por toda la tarima brava como Pedro por su casa y Canelo seguía sin encontrar rastro de su rival, es mas en momentos no sabía si eludir o tratar de aterrizar su cuero y la rolita no le quedaba como anillo al dedo: “Soy poeta y campeón”.

Floyd había dicho bien clara durante toda la promoción que si se le antojaba iba a entrarle al toro por los cuernos y con frecuencia decidía quedarse en medio del ring apostando a su fortaleza, su ventaja en velocidad, su vasta experiencia en pasadas epopeyas, dominando como acostumbra y no se quejo de haberse fracturado la mano como casi siempre.
Para la décima ronda Mayweather Junior seguía al alba haciendo lo que quería hacer contra el que tenía enfrente y el grito de Canelo se empezaba a oír como un eco y la melodía “Así lo dice el refrán”.
En el onceavo asalto Canelo sintió la urgencia de cloroformo y se lanzaba con todo lo que le quedaba de artillería, pero Floyd se encajonaba como concha y lo seguía frustrando sin remedio, eludiendo con gala y la gente que si lo ve como lo que es al ¡ole!

En los últimos 3 minutos la esperanza del golpe de suerte se desboronaba, porque Canelo seguía sin producir lo inesperado y Floyd seguía atacando con eficiencia cada vez que se le antojaba.
Un reportero filipino de La Tribuna que me encontré en el monorriel dijo que hablo con Manny Pacquiao que le dijo que va a entrenar muy duro porque dice que antes de irse del boxeo quiere medir talento ante Mayweather y al parecer Richard Shaefer le dijo a Bob Arum que primero de cuenta de Brandon Ríos el 23 de noviembre y entonces se entablan otras vez las negociaciones que siempre han llegado a nada, pero más vale que se pongan de acuerdo porque en verdad no se ve a nadie más en el horizonte que puede con el fenómeno de mote Money y de nombre Floyd Mayweather Junior.