“Estoy preparado mejor que nunca. Me duele la rodilla y tengo otros dolores, pero estoy en espléndidas condiciones para pelar el sábado”, dijo el púgil bonaerense en la rueda de prensa, alentando a las más de 30.000 personas que abarrotarán el estadio de Vélez en lo que se espera que sea una fiesta del boxeo argentino y que está cargado de connotaciones patrióticas para fomentar la asistencia del público.
No es para menos, la vuelta a un ring en Argentina de Sergio Martínez (50-2-2, 28 KOs) tras 11 años peleando en España y Estados Unidos ha supuesto una verdadera locura en el país gaucho, más aún cuando se anunció que el rival sería el invicto inglés Martin Murray (25-0-1, 11KOs) con la rivalidad histórica que atesoran ambos países.
“Si me agrando en plazas de otros países, pueden imaginarse lo que me voy a agrandar peleando en mi país, ante mi gente. Me siento rápido, fuerte, potente, poderoso”, afirmó Martínez, de 38 años, que aseguró que el combate ”se va a resolver del séptimo asalto en adelante. Si Murray tiene la guardia muy cerrada, ya encontraré el lugar para entrarle. Él es muy es muy europeo, muy inglés para combatir, basa su boxeo en su fortaleza”.
El púgil inglés por su parte fue muy breve, y concluyó la relajada rueda de prensa asegurando que no viene a perder. “Agradezco esta oportunidad a Sergio Martínez y a todo su equipo. Estoy listo. Tuve un entrenamiento muy intenso. Conozco a mi rival, es una buena persona, pero el sábado estaremos solos frente a frente. Voy a demostrar a qué he venido”, dijo Murray, que para muchos puede suponer una gran trampa para lo que se ha querido ver como una fiesta argentina.
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